Abres toda la magia deste mundo que cabe en tu sonrisa y en tu cuerpo, donde almendros florecen y a la sombra de tus muslos perfectos cobran formas los deseos que llevan a los sueños donde caben las magias y los duendes que hacen del mundo eterna primavera y el Olimpo desnudo de tormentos.
Y tú prodigas goces, joven Hermes.
Tu Juliano detienes todo tiempo. Y en la inocencia del ludribio caben todos los cielos y todos los infiernos.
Eres la mar, el bosque, y la pradera. Eres la piedra eterna y su armonía,
Eres la Luz que alumbra sin cegarnos y el don de infinitud y tiempo.
Juliano que inauguras los oros de otros tiempos que en tu boca se abren para siempre y todas las derrotas son posibles.
Ante el viento tenaz de tu osadía cae Troya Juliano y se abren arcos que presagian eras donde Eros retorna y en sus alas, trae mundos aromas y medidas que solo tú, podrían retener junto a tu lado y el dulce néctar, el vino que los Dioses liban y hacen del sueño mortal perfecta epifanía.
Juliano: abre tu boca fanal de los fanales. Allí todo panal cabe y toda la hidromiel del mundo sueña que el mundo tiene la forma de tu cuerpo.
CONSTANTINO VITAGLIANO Y LA SANGRE DEL POETA POR OSCAR PORTELA
Te miro y el tiempo se hace espacio en torno a ti y la materia aurea de tu cuerpo y el deseo comprende así que todo permanece y el inicio es solo fabula de amor y eterna metamorfosis del sin igual destino del aeda en un mundo de Dioses en destierro.
La luz se embriaga de si misma y cegada, gira en torno a la fabula del mundo.
En ti la mar sucede y el tiempo se transmuta. En ti el principio del Mediterráneo y el pecado lascivo de los Dioses o su envidia de belleza mortal no pasajera.
En ti los corazones desterrados buscan el elixir del mundo y de vértigo.
En ti la sangre del rapsoda que gotea sobre tus bellos muslos tan perfectos como la métrica de Píndaro.
Por ti murió de amor Kavaffis y Alejandría duerme aquí en mi corazón que se desploma buscando en tus tobillos la obediencia a la música aérea donde cesa todo caos y permanece el sueño del olimpo y un ramo del laurel ciñe tu frente. Eres el mito que no acaba.
El amor que en la sangre del poeta se transforma y delira. Eres la lira que vuelve a poblar nuestros bosques y praderas.
Eres la epifanía de los goces que emerge de la piedra, y eres la sed y el rayo que no cesa.
Constantino aquí indemne es la gloria del sueño y todo el mundo – todo beso caído como pétalo roza sobre su pubis sacro – nos habla de que todo retorna y el mismo amor es solo zaga y profecía del poeta.
Oscar Portela Corrientes 25 de noviembre de 2007 Argentina
THE LINE OF BEAUTY Una puesta admirable por Oscar Portela
El films se inscribe en la larga lista de vistas testimoniales acerca de la doble moral de las clases dominantes en una Inglaterra victoriana que no acaba de pasar y algunos films de otros países ( España con la trágica “La Muerte de Mikael”)…. esa línea que va del Kanievska de “Otro País” al Ibory de “Maurice”, a las que podrían agregarse otras cintas fuertes como “Craizy” de Jean Marc-Valle, u algunas de Guy Vant Sant y otras que hoy olvidamos injustamente.
Más allá de la rebelión contra un sistema de dominación que implica la corrupción y la doble vida de la elites (en esto nada nuevo), en cada film de los que citamos es posible notar la voluntad de no atarse a ningún estereotipo comercial: crispadas y trágicas algunas, “La linea de la Belleza” opta por un tono de serena aceptación de la tragedia.
Y en cada cinta es notable resaltar la aparición en su momento de un gran actor: Rupert Everett, With James Wilby, Imanol Arias, el formidable Marc André Grodin, y en su momento Keanu Reves. Pero Dan Stevens provoca sorpresa y admiración. En un interprete consumado capaz de pasar por todos los tópicos de los estados de animo de un ser humano sin sobreactuar jamás. Una sola mirada suya ilumina la pantalla y ante cada situación conflictiva que planeta un argumento difícil sale mas que airoso totalmente y absolutamente triunfador.
Es un actor que entre otros absolutamente competentes logra llevarse las palmas del film dirigido por Saúl Dibb. Visionar el film como perteneciente solo a la década del “neoliberalismo” tatcheriano o reganiano es quitarle toda la carga e intensidad de un conflicto casi eterno y no resuelto por las culturas occidentales que llegan hasta la nuestra.
Un aplauso por esta cinta que debería lanzar meteóricamente a su director como a Dan Steven - un gay sensible, contenido y tal vez esceptico, más allá y evitando todo gesto melodrámatico- a la cima del estrellato cinematográfico.
Cada vez que veo a andrew siento que su belleza corporal justifica los horrores del mundo- Oscar Portela.
Cine Gay CRAZY Un film de Jan Marc-Valle por Oscar Portela
Uno de los filmes más sutiles, inteligentes, magníficamente interpretados - con un guión que analiza a fondo, no el drama de una familia, sino el extrañamiento de los hombres con respecto a sí mismos - y la desintegración social-familiar, que tuve la oportunidad de ver por tv en los últimos tiempos.
Más si trata de las propias experiencias del co-guionista, este film destroza la fábrica apelmazada de las películas de Hollywood .
Y si se me preguntara - con la rara excepción de Ethan Hawks- cual es el mas importante interprete joven del cine actual, no dudaría en citar a Marc André Grodin.
No hay golpes bajos ni truculencias que no se vivan todos los días dentro del clima asfixiante de una sociedad disgregada y Vallé lo ve con meridiana claridad.
Este tipo de films solo se ven en escasos video-clubes del interior o en horarios poco productivos de la t.v, pero habla a las claras de un cine vivo y actuante que debería estar en todas las marquesinas y los colegios del mundo.
El modo de vivir y sublimar culpas, la hermosa reconciliación familiar , luego de un episodio trágico - la muerte del hermano mayor -, no hablan del clásico happy end, sino de la apertura de corazones, que aún pueden en la humildad y fortaleza ,abrirse al mundo de los otros.
Con fuerza todos mis elogios y aplausos para CRAZY.
Relámpago. Cielo cárdeno y fulgido Que silencia voces sobre la tierra. Trueno . Voz de la ira. Lavas y cenizas Sobre la mar que cierra sus oídos Al clamor de los Dioses.
Rayo que timonea el Universo. Amor que nos silencia como el relámpago, Nos ensordece como el corno del trueno Y nos vuelve cenizas sobre la tierra pálida Como el rayo que timonea los cuerpos Desnudos sobre la hierba de una arcadia.
Solo un instante y lo eterno se esfuma. Morir yo soberano no poseyendo ni entregandome Sino dejándome fluir en la estación de la inocencia Cerrando el círculo sobre el desnudo cuerpo del amado.
A Luisa Mercedes Levinson María del Carmen Suárez Y Leonor Calvera.
Adán Desnudo. Desnudo el Mar retrocedido Ante tanta hermosura. Medida es la belleza Mas tu hermosura es impiedad y es todo.
Los ojos del venado te contemplan Azorados. Tan pura es la visión que el animal Y el ave, las aguas y los vientos, el cielo Donde reinas se demoran contigo.
Tan pura es la virginidad del cuerpo Que rompes tu la aurora cuando aquella despierta.
Abre tus verdes ojos como algas y mueve Tus ligeras pestañas arqueadas como plumas Giradas hacia el cielo o entórnalas si quieres.
Donde tu frente es amplia como verde pradera. Luce la otra estrella.
Tiemblan las fosas de tu nariz de ave levemente Aquilina. Y la declinación De pómulos hacia entreabiertos labios Donde el mundo y su gloria deponen su osadía.
La tarde avanza lenta hacia extrema barbilla. Y en la punta del iceberg encuentra un solo Artista la perfección eterna. La visión Enloquece. Cuello de aéreo cisne Que baja hasta los hombros Como los férreos arcos que sostienen la tierra.
La áurea espalda baja hasta cintura- junco Donde concentra el todo su alimento terrestre.
Y el monte el monte el monte De tus dos nalgas prietas como estremecimientos De Islas del Egeo.
Muslos que los delfines y orfebres Encontraran quiso emular el héroe.
Y tu tórax de acero que define Tu vientre de caderas Que juegan las fugas de un concierto.
¡Adán, Adán desnudo en un día primero!
Ninguna desnudes tan desnuda como ésta.
Tu sexo de paloma erguido entre las piernas. Y tú reinado aquí en éste mundo nuestro.
Este es el paraíso y ésta tu luz austera.
Oh palmera a la vera de una mar suntuosa. Este es el paraíso. Y tu mano contiene los frutos Que aquel día tú comiste sin vernos. Nosotros somos Frutos. Tu sed y tu hambre todo.
Nosotros poseídos de tu rayo celeste. Nosotros Adamitas siempre te fuimos fieles.
Estas tú, rey de un orden de amores. Y nosotros tus siervos. Solo tú desnudes vela la gracia eterna.
Danos tu cuerpo entonces. Poséenos postreros Que el grito de un amante Es un hijo perfecto.
Un retorno a la inocencia del devenir y de la vida cósmica: los arcaísmos están insertos en la más ardua tarea de la tardo-modernidad.
Oscar Portela
Embriaguez del desierto
poema de Oscar Portela
Carne desocultada y amanecida siempre. Carne refugio del áspid y la alucema.
Carne donde despierta el sol y se posan Las sombras sobre el día anterior al día En que el desierto vio por vez primera Sin nostalgia ninguna rodar sobre el cilicio La negra sombra del insecto primero.
Carne portadora de la carta robada. Carne sin destinatario ni remitos del cielo.
Carne sin húmeros ni nombres.
Solo cilicio dorado sobre la ardida piel y El escozor del sol, “la sed”, “la sed”, que se Exalta en la primér pulsión que conduce Hacia el dátil y el oasis tan solitario como Esta carne sin nombre y sin origen, aún sin Cuerpo y órganos donde posar mirada, buscar Refugio, ser colonia portadora de territorios Que pidan ser colonizados por los gérmenes Portadores de vida - el rayo- los elementos todos Que ahora vienen hacia el dominio de la nada Y hacen aquí su labrantío.
¡Oh carne, tierra sin nombre, desierto sin posada!
Inocencia de lo que no tiene antes ni después Y eternamente se repite en la palabra Que tú pones en mí, siembras en mí, oh principio Generador de vida, belleza y fuerza, Sin otra esfera rotatoria que hacerme tuyo Y como el sol antes del sol y hacernos mutuamente Desde un principio sin principio Destinados al goce y la locura, Destrozándonos en la afirmación De la eterna metamorfosis de lo mismo.
Mis cenizas serán el alimento de los cuerpos Que nuevas carnes roten y vida y muerte Serán las aleteias del instante perfecto Sin nostalgias de purezas profanas.
Tu piel cubierta de cilicio y de oro, tu misma Piel dorada es la del dios que muere y solo indica El camino de la vuelta a la gracia de la inocencia Del devenir que fluye como fluyo desde tus brazos Hacia el cenit de destilada sangre.
Y olvidado de todo en la anamnesis De saberme escandido hago de toda carne Hoja donde grabar los éxtasis de un Eterno Retorno pues que soy el trabajo de tus días Nícholas Lemons alabanza de lo que no Será perdido y dios humanizado por las gracias Que presiden los ciclos y gestaciones todas Del juego del azar que recomienza Cuando tú me devuelves el Ápeirón que estalla En el cincel de oro que buriló tu cuerpo Para hacer de mi carne un Jardín de Delicias,
Y ver crecer un niño solar del torso en el cual Duerme ciego al horror de todo La inocencia del mundo que tú llevas contigo.
La inocencia del devenir y la fidelidad al sentido de la tierra y de la carne. La auroral y sangral ausencia de pecado y culpa, la exaltación de un cuerpo sin órganos que como el desierto del mundo moderno, espera que Eros lo fecunde en la forma más primordial posible. Oscar Portela
"Y cuando nuestro tiempo advierta la conjunción entre sagrado y profano y la disyunción entre sexualidad y erotismo (este significa perpeción de un tiempo cósmico sagrado), entonces y solo entonces se comprenderán cabalmente mis poemas y ensayos Filosóficos, Políticos, y Literarios.
La inocencia del devenir y la fidelidad al sentido de la tierra y de la carne. La auroral y sangral ausencia de pecado y culpa, la exaltación de un cuerpo sin órganos que como el desierto del mundo moderno, espera que Eros lo fecunde en la forma más primordial posible. Eros pues como el dios primordial redimiendo toda vida, asintiendo a la inocencia del devenir y remitiéndonos a la aurora primera antes de la aurora en un cuerpo sin órganos que debe ser colonizado.
Una escritura conceptualmente densa y a veces oscura y ritmos en donde la versificación se abre hacia el versículo el poema propone en un salto sin red la " khere" sin retorno no a la pureza sino a la inocencia de un cuerpo sin órganos - desierto primordial - que debe ser recolonizado por el verbo poético, en tiempos de errancia, de vértigo y derivas metafísicas y de errancias sin "mundo" en tiempos de penuria".
Oscar Portela
CANTO DE DIONISOS
poema de Oscar Portela
A Issa.M. Martínez Llongueras Y Jaime Serey
No habrá quejido en mí, ni nostalgiosos ayees Resabios de pesares y “doloras”, Ni exhalarán mis labios melancólicas notas De pesares, caídas, vejaciones y llantos.
(¡El sol, El Sol, El sol y el Mar, son mi elemento!)
Allí gestó la Moira el laberinto y la luz Cobró forma en la mirada que gira sobre sí Sin transferir mis cantos a Hespérides ni Patmos Para las que no quiere mi corazón camino alguno.
Aceptaré los dones que las Gracias Pusieron en mis manos sin pedirlos y Y cavaré el sepulcro incandescente que contendrán Mis versos extraídos de la celebración terrestre de la vida. Oscar Portela
LOS OJOS QUE DESDE MI TE AMAN, POEMA DE OSCAR PORTELA
LOS OJOS
POEMA
DE OSCAR PORTELA
Me miras. Y desde ti me veo. Soy yo otra vez. En el azul profundo de mar de tu mirada caben Todos los cielos. Me miras. Estoy aquí. Soy un Viento. Soy índigo. Solo para mi mismo esta fluyendo Mi vida como un río mirado y visto.
Soy esta apuesta. Y te contemplo. ¿De lo contrario Como me miraría yo en tus ojos?. ¡Helas!
No tienes tiempos. Y tiene el tiempo alas. El orden es. Y responsable soy de ese llamado al que contesto Sin misterio ninguno. Vuelvo a ser yo y espero.
Somos hijos de Adán. Somos su sombra y su retorno todo.
¿Que me lleva hacia ti sino el deseo? Sube desde tu boca Astral un tiempo que se abre como dulce durazno Y sangra mi alma en tu nostalgia pura De otra patria lejana.
¿Que me dicen tus ojos,tu mirada? ¿De que secretos sellos Demoníacos preservados por las semillas De otras tierras me dictan éstos arrobos y estas danzas?
Tu frente el mar, el mar sobre esos ojos sin olas y sereno.
Y en cuadratura exacta la barbilla de lo que fuera fauno Y es mortal ahora. Hijo de un ángel desamparado y triste.
Agrio sabor de un silbo vulnerado por la envidia de Apolo Ya vencido por Marcias. Hay fuegos y lamentos en tus ojos.
El secreto sellado en una urna egea clama por ser colmado.
Y el eco de tu llamado vibra sobre tus puros pómulos. Oratorio donde se deposita un beso.
Todo tu rostro es un llamado en sombras.
Y yo respondo con cánticos profanos. Solo tendrías que adelantar La mano y el viento de ser en abundancia Derramaría todo.
Me miras y devuelves a mí constantemente. A lo que fui Y a lo que soy de nuevo.
Un mensajero solo. El servidor de un Dios ya desterrado Que espera del mortal su guarida segura.
Su aposento y su cuna. El reposo final en ésta tierra.
Ven a mí ahora, así se hará justicia. Pues si antes de tiempo te nombré, y respiré tu aire en la amapola y tus muslos más blancos que el deseo ahora solo en sueños tomas mi voz y hablas.
Dices, dictas los latidos del corazón cansado, arrebujado en tu memoria.
Y me sostienes con tus suaves manos y con el viento de los sonidos que penetran Hasta el vientre del sexo. Junco arremejido por la tempestad del tiempo.
Y yo entregado a ti y a las impunes redomas del placer que así se pagan, con soledad y llanto, con vacío y triste orfandad de un alma que no tiene otra morada que mirarte a los ojos y saber que en esos calmos lagos ya vacíos están todos mis muertos.
Las llagas que ningún Dios puso en mí Sino el ansia de Icaro y ser más. Aún más y contenerlo todo.
Sucedió en un instante. Los espejismos bebidos lo confirman y penetran en mí como cuchillas y el agua dulce se torna amarga entre mis labios.
¡Ah poseído por el amor que mata!
Por la muerte que ama en mí más que la nada pues es preferible a no querer “querer la nada”, la ciega muerte que ríe hoy de aquellos cuerpos que entrelazados formaban la eternidad de un tiempo que se deslíe tempranamente ahora pues ya no espero.
Pues ya no espero los milagros de la suerte que son solo palmeras sin dátiles ni hojas deste desierto ensombrecido cuando aún mi sombra se proyecta en el otro y busca amparo en unos dulces labios que solo son prisiones, sombras del pasajero de la nada, proyecciones del pájaro de la ausencia que aún canta en los sueños, que aún dice en los sueños, amor que matas culmínate en mis horas.
Haz de mí tu renuncia y renuncia a mí como en la cruz tú renunciaste a ese Otro que soy también en medio de tinieblas ahora, mientras canta en el cielo el astro que en la noche luce y santifica con ansiosas esperas y entre dulces aromas el alma condenada.
Está es la hora: cumplamos el destino Que la palabra anuncia.
La violencia y la criminalidad nacen de la fragmentación social-, el creciente autismo con respecto a los propios deseos- y la fuga de esta realidad ominosa. Ningun horizonte trascendente para la vida salvo el retorno al cuerpo ,el amor a la tierra y la afirmación del cuerpo pueden salvarnos del eclipse. Oscar Portela
EPIFANÍA DE EVAN WADLE
poema de Oscar Portela
Epifanía eres Evan: aurea medida que el sol dibuja sobre el poema a salvo de lo inmundo: el oro vivo respira por tus poros y la carne que vibra cuna de un ángel en la grácil cintura que baja hasta tu vientre donde moran daimones que abren tus prietas nalgas arremejidas por las mareas del deseo de la pasión y tiembla el músculo que se hace rodocrosita entre las piernas con que sostienes el templo de tu cuerpo donde se hace luz el mundo y ríe la eternidad entre las formas del dios que enamorado del mortal se aviene a estar junto a lo frágil sin destruir su aliento.
Así te haces mío y yo te pertenezco en el orgasmo con que el amor perece y vuelve la eternidad a esgrafiar el mundo del nacimiento: epifanía eres de aquello que puja en mí para tornar al círculo y para dar forma a la entrega desposeído de todo y consagrado a la alabanza de tu sexo.
Tu sexo de obsidiana que penetra hasta la entraña misma del poema que son el cuerpo del mortal y el Dios como teodiceas del juego de un viaje, interminable, eterno.
El mundo como cursor y juego de galaxias.
Miro tus piernas espejos de los soles.
Tu cintura precinto de galaxias y tu boca fanal de mieles ásperas, divina criatura donde la cósmica armonía cobra forma y la pasión se torna fuente cantarina.
Día oscuro del cuerpo: mis labios sobre el empeine de tus pies en el viaje hacia el centro del cosmos que ilumina tu cuerpo constelado por estrellas y ya en el vado yo, tres veces inflamado me bebo del genesis y me duermo en tu tórax donde todo confluye y escalo hasta tus labios donde me hundo y pierdo el habla, el cuerpo, todo, para ser uno contigo, flama y no ser, combustión de la vida: pues cenizas seremos más tendremos sentido al retornar al juego de la pasión sin término y destino.
Por el hilo de luz que de la luna baja Vienes al sueño Matt y denudas Las pálidas redomas del placer De la carne: tú eres la piel que prometió El deseo y que todo lo quema:
Tú el alarido del gozo que penetra Hasta el vientre del poema para que este Cante la alabanza terrestre de tu boca Y tus labios donde el sentido pierde su horizonte Vague en la noche de la celebración de cuerpos Entrelazados como serpientes que se curvan Hasta que el tiempo cesa de existir y solo El grito hiende la tierra aterrada de la belleza Que de un hilo de luna baja hasta nuestros sueños.
Tú Max podrías destruir todo coloso pues tus eres El coloso que surge no del mármol sino del barro aqueste, Y que las manos como garras aran en el delirio Del frenesí demente del deseo: miras y sacrificas Lo que miras aunque dulce y mirifica sean los parpados De tus pupilas vírgenes: tú reinas sobre todo.
Eres la primavera y el fauno de los mitos se malogra Al sentir tu presencia: no eres bello. Eres la proporción Que Mefistófeles promete a quien aspira al todo.
Eres más de lo posible. Eres la gloria de la carne Florecida en deseo. Una burbuja huye de tus piernas.
Ay, mirarte y pedir a los ángeles ayuda: o ser sacrificado Y que tus dientes de marfiles lucidos corten La vida efímera de todo para llevarse entre su ingle El verso con que el poeta canta tu osatura.
Ningún mortal podría concebirte y sin embargo De la luna has venido para hacerte terreno en el dominio Deste sueño aéreo.
Soy tuyo: lo ha ti pertenecido por nacerme y otra vez Entre tus brazos dejo que el viento del destino me atraviese.
Por el hilo de luz que de la luna baja Vienes al sueño Matt y denudas Las pálidas redomas del placer De la carne: tú eres la piel que prometió El deseo y que todo lo quema:
Tú el alarido del gozo que penetra Hasta el vientre del poema para que este Cante la alabanza terrestre de tu boca Y tus labios donde el sentido pierde su horizonte Vague en la noche de la celebración de cuerpos Entrelazados como serpientes que se curvan Hasta que el tiempo cesa de existir y solo El grito hiende la tierra aterrada de la belleza Que de un hilo de luna baja hasta nuestros sueños.
Tú Max podrías destruir todo coloso pues tus eres El coloso que surge no del mármol sino del barro aqueste, Y que las manos como garras aran en el delirio Del frenesí demente del deseo: miras y sacrificas Lo que miras aunque dulce y mirifica sean los parpados De tus pupilas vírgenes: tú reinas sobre todo.
Eres la primavera y el fauno de los mitos se malogra Al sentir tu presencia: no eres bello. Eres la proporción Que Mefistófeles promete a quien aspira al todo.
Eres más de lo posible. Eres la gloria de la carne Florecida en deseo. Una burbuja huye de tus piernas.
Ay, mirarte y pedir a los ángeles ayuda: o ser sacrificado Y que tus dientes de marfiles lucidos corten La vida efímera de todo para llevarse entre su ingle El verso con que el poeta canta tu osatura.
Ningún mortal podría concebirte y sin embargo De la luna has venido para hacerte terreno en el dominio Deste sueño aéreo.
Soy tuyo: lo ha ti pertenecido por nacerme y otra vez Entre tus brazos dejo que el viento del destino me atraviese.
Apoyado como un cuclillo entre tus piernas Ramas de abeto apenas soy un silbo vulnerado Roto ya para siempre el yo: solo tu Todd, ah Salvaje y dulce como la miel que mata, tú, la Osadía de ser esta escultura que alguna vez Se llevarán los tiempos, que retroben hoy ante Tus huesos, ante la magna obra y el hechizo Emanado de tu cuerpo, ese sol en cuadrante Que cae sobre mí y me quema, y me enceniza El alma de pájaro que posa sus deseos de luz Sobre tu tórax, Oh Todd, magnifico semental Que te ofreces como guarida para el poeta Que encuentra en ti, el rayo que ilumina y el Amante que salva, con el agua lustral del liquido Seminal que mana de tu sexo, libre, erecto, Firme como la copa de ese pino que se eleva Como una oración para que el pajarillo cante.
20 comments:
Juliano López
poema
de Oscar Portela
Abres toda la magia deste mundo
que cabe en tu sonrisa
y en tu cuerpo, donde almendros
florecen y a la sombra de tus muslos
perfectos cobran formas
los deseos que llevan a los sueños
donde caben las magias
y los duendes que hacen del mundo
eterna primavera y el Olimpo
desnudo de tormentos.
Y tú prodigas goces, joven Hermes.
Tu Juliano detienes todo tiempo.
Y en la inocencia del ludribio caben
todos los cielos y todos los infiernos.
Eres la mar, el bosque, y la pradera.
Eres la piedra eterna y su armonía,
Eres la Luz que alumbra sin cegarnos
y el don de infinitud y tiempo.
Juliano que inauguras los oros
de otros tiempos que en tu boca
se abren para siempre y todas las
derrotas son posibles.
Ante el viento
tenaz de tu osadía cae Troya
Juliano y se abren arcos que presagian
eras donde Eros retorna
y en sus alas, trae mundos
aromas y medidas que solo tú,
podrían retener junto a tu lado
y el dulce néctar, el vino que los
Dioses liban y hacen del sueño mortal
perfecta epifanía.
Juliano: abre tu boca fanal de los fanales.
Allí todo panal cabe y toda la hidromiel
del mundo sueña que el mundo tiene
la forma de tu cuerpo.
Oscar Portela
2007-09-19
Corrientes- Argentina.
thanks for the poem.
A Drew Fuller
(a Milagro Haack)
Poema de Oscar Portela
De cristal temeroso ante el espejo
de tu rostro mas puro que los aires
y los cerros nostálgicos y aguas
de deshielos etéreos,
temeroso de ti,
de tu mirada tan nostálgica
y bella y de tu boca
presea de los dioses
de codicia y el oval de las líneas
que rodean las luces
que surgen de tu frente
hecha de primaveras más arcaicas
que el deseo inspirado en lo aéreo
de la magia que brota
de aquel cincel
que buriló tu imagen.
Oh Drew
que habitas en las líneas de las sombras
más dulces de los bosques donde se
pierde la razón en ardentías
al cabo de imaginarte
como Pan desnudo
trepando el árbol
del misterio de la carne,
y de morder en sueños
el secreto que ocultas
en tus ojos de esmeralda y rubíes.
Ay, temeroso de ti
y de tu belleza
y ser la presa de tu falo insomne
para la eternidad de un éxtasis eterno.
Del éxtasis eterno
oculto en la mirada
que se fuga en segundos a la muerte
y vuelve eternamente a dar la vida.
¿Pues como no temblar
si de cristales fuimos hechos
el frágil sueño del que fuimos creados?
¿Como no preguntarse
si eres aparición
fugas o el vano simulacro
De una ilusión que clama
por esa eternidad que tu
reflejas tránsfugas
como las líneas de tus pómulos?
De cristal es el sueño
de la vida que se enfrenta al espejo
donde la eternidad cae al abismo.
Y entonces vienes tú.
Torrentera de verdes y de trinos,
frágil como el deseo de los éxtasis
que conducen al bronce de lo eterno
que buscamos Oh Drew
Y que tu como brisa insaculada
pones en nuestros corazones
fríos, yertos, para decirnos algo.
Solo el astro fugaz de algún deseo
trae consigo eternidad terrena.
Oscar Portela
(a Milagro Haack)
Poema de Oscar Portela
De cristal temeroso ante o espelho
de teu rosto mais puro que os ares
e os cerros nostálgicos e águas
de degelos etéreos
temeroso de ti
de teu olhar tão nostálgico
e belo e de tua boca
Prenda dos deuses
de cobiça e o oval das linhas
que rodeiam as luzes
que surgem de tua fronte
feita de primaveras mais arcaicas
que o desejo inspirado no aéreo
da magia que brota
daquele cinzel
que burilou tua imagem
Oh Drew
que habitas nas linhas das sombras
mais doces dos bosques aonde se
perde a razão em ardências
a fim de imaginar-te
como Pan desnudo
trepando a árvore
do mistério da carne,
e de morder em sonhos
o segredo que ocultas
em teus olhos de esmeralda e rubís
Ai, temeroso de ti
e de tua beleza
e ser a presa de teu falo insone
Para a eternidade de um êxtase eterno.
Do êxtase eterno
oculto no olhar
que foge em segundos à morte
e volta eternamente a dar vida.
Mas como não tremer
se de cristais fomos feitos
ante o espelho que reflete
o frágil sonho do qual fomos criados?
Como não se perguntar
se és aparição
fugaz ou vão simulacro
De uma ilusão que clama
por essa eternidade que tu
refletes transfugaz
como as linhas de teus pômulos?
De criatal é o sonho
da vida que se enfrenta ao espelho
aonde a eternidade cai ao abismo.
E então vens tu.
Torrente de verdes e de trinados,
frágil como o desejo dos êxtases
que conduzem ao bronze do eterno
que buscamos oh Drew
E que tu como brisa involucrada
pões em nossos corações
Frios, hirtos, para dizermos algo.
Apenas o astro fugaz de algum desejo
Traz consigo eternidade terrena.
Oscar Portela
CONSTANTINO VITAGLIANO
Y LA SANGRE DEL POETA
POR OSCAR PORTELA
Te miro y el tiempo se hace espacio
en torno a ti y la materia aurea
de tu cuerpo y el deseo comprende así
que todo permanece y el inicio
es solo fabula de amor y eterna metamorfosis
del sin igual destino del aeda
en un mundo de Dioses en destierro.
La luz se embriaga
de si misma y cegada,
gira en torno a la fabula del mundo.
En ti la mar sucede y el tiempo se transmuta.
En ti el principio del Mediterráneo
y el pecado lascivo de los Dioses
o su envidia de belleza mortal no pasajera.
En ti los corazones desterrados
buscan el elixir del mundo y de vértigo.
En ti la sangre del rapsoda que gotea
sobre tus bellos muslos
tan perfectos como la métrica de Píndaro.
Por ti murió de amor Kavaffis y Alejandría
duerme aquí en mi corazón que se desploma
buscando en tus tobillos la obediencia
a la música aérea donde cesa
todo caos y permanece el sueño
del olimpo y un ramo del laurel
ciñe tu frente. Eres el mito que no acaba.
El amor que en la sangre del poeta
se transforma y delira. Eres la lira
que vuelve a poblar nuestros bosques
y praderas.
Eres la epifanía de los goces que emerge
de la piedra, y eres la sed y el rayo que no cesa.
Constantino aquí indemne es la gloria
del sueño y todo el mundo – todo beso caído
como pétalo roza sobre su pubis sacro –
nos habla de que todo retorna y el mismo
amor es solo zaga y profecía del poeta.
Oscar Portela
Corrientes 25 de noviembre de 2007
Argentina
THE LINE OF BEAUTY
Una puesta admirable
por Oscar Portela
El films se inscribe en la larga lista de vistas testimoniales acerca de la doble moral de las clases dominantes en una Inglaterra victoriana que no acaba de pasar y algunos films de otros países ( España con la trágica “La Muerte de Mikael”)…. esa línea que va del Kanievska de “Otro País” al Ibory de “Maurice”, a las que podrían agregarse otras cintas fuertes como “Craizy” de Jean Marc-Valle, u algunas de Guy Vant Sant y otras que hoy olvidamos injustamente.
Más allá de la rebelión contra un sistema de dominación que implica la corrupción y la doble vida de la elites (en esto nada nuevo), en cada film de los que citamos es posible notar la voluntad de no atarse a ningún estereotipo comercial: crispadas y trágicas algunas, “La linea de la Belleza” opta por un tono de serena aceptación de la tragedia.
Y en cada cinta es notable resaltar la aparición en su momento de un gran actor: Rupert Everett, With James Wilby, Imanol Arias, el formidable Marc André Grodin, y en su momento Keanu Reves.
Pero Dan Stevens provoca sorpresa y admiración. En un interprete consumado capaz de pasar por todos los tópicos de los estados de animo de un ser humano sin sobreactuar jamás. Una sola mirada suya ilumina la pantalla y ante cada situación conflictiva que planeta un argumento difícil sale mas que airoso totalmente y absolutamente triunfador.
Es un actor que entre otros absolutamente competentes logra llevarse las palmas del film dirigido por Saúl Dibb. Visionar el film como perteneciente solo a la década del “neoliberalismo” tatcheriano o reganiano es quitarle toda la carga e intensidad de un conflicto casi eterno y no resuelto por las culturas occidentales que llegan hasta la nuestra.
Un aplauso por esta cinta que debería lanzar meteóricamente a su director como a Dan Steven - un gay sensible, contenido y tal vez esceptico, más allá y evitando todo gesto melodrámatico- a la cima del estrellato cinematográfico.
Oscar Portela
Cada vez que veo a andrew siento que su belleza corporal justifica los horrores del mundo- Oscar Portela.
Cine Gay
CRAZY
Un film de Jan Marc-Valle
por Oscar Portela
Uno de los filmes más sutiles, inteligentes, magníficamente interpretados - con un guión que analiza a fondo, no el drama de una familia, sino el extrañamiento de los hombres con respecto a sí mismos - y la desintegración social-familiar, que tuve la oportunidad de ver por tv en los últimos tiempos.
Más si trata de las propias experiencias del co-guionista, este film destroza la fábrica apelmazada de las películas de Hollywood .
Y si se me preguntara - con la rara excepción de Ethan Hawks- cual es el mas importante interprete joven del cine actual, no dudaría en citar a Marc André Grodin.
No hay golpes bajos ni truculencias que no se vivan todos los días dentro del clima asfixiante de una sociedad disgregada y Vallé lo ve con meridiana claridad.
Este tipo de films solo se ven en escasos video-clubes del interior o en horarios poco productivos de la t.v, pero habla a las claras de un cine vivo y actuante que debería estar en todas las marquesinas y los colegios del mundo.
El modo de vivir y sublimar culpas, la hermosa reconciliación familiar , luego de un episodio trágico - la muerte del hermano mayor -, no hablan del clásico happy end, sino de la apertura de corazones, que aún pueden en la humildad y fortaleza ,abrirse al mundo de los
otros.
Con fuerza todos mis elogios y aplausos para CRAZY.
Oscar Portela
EL RAYO Y EL AMANTE
Poema de Oscar Portela
Relámpago. Cielo cárdeno y fulgido
Que silencia voces sobre la tierra.
Trueno . Voz de la ira. Lavas y cenizas
Sobre la mar que cierra sus oídos
Al clamor de los Dioses.
Rayo que timonea el Universo.
Amor que nos silencia como el relámpago,
Nos ensordece como el corno del trueno
Y nos vuelve cenizas sobre la tierra pálida
Como el rayo que timonea los cuerpos
Desnudos sobre la hierba de una arcadia.
Solo un instante y lo eterno se esfuma.
Morir yo soberano no poseyendo ni entregandome
Sino dejándome fluir en la estación de la inocencia
Cerrando el círculo sobre el desnudo cuerpo del amado.
EL VERBO Y LA CARNE
POEMA DE OSCAR PORTELA
A BRUNO SANTOS
De que luz primigenia. De que auroras
Nacidas al amparo de vulneradas muertes.
De que amarillas lunas ahogadas por el agua
De lagos primordiales como los elementos.
De que silbidos áureos que presagian
El transito del caos a la armonía cósmica
El alfarero inaugural hizo tu cuerpo de la arcilla
Más pura desta tierra, oh Bruno a torbellino y
Magia condenado. Tú eres la tierra adolecida
De toda la inocencia de un devenir sin deudas
Y el milagroso azar que nos corona con recia
Aristocracia del más audaz deseo de la especie.
¿Que alfarero y chaman mojó sus dedos en las
Dolientes viseras de un pájaro para
Amasar tus labios, ánforas que contienen toda
Las endechas del mundo? ¿Que coreutas osados cantaron
El nacimiento de tus formas cinceladas en ébano
Cubiertas por tu carne trabajada en arcilla
Santificada por la aurora de América?
¿Que chaman te bautizó en la cuna de verde césped
Humedecido por el rocío del alba primigenia?
¿Que sinuosos ríos de montaña dibujaron tus caderas
Que huyen de las manos del hombre y de todo poema?.
Y tus desnudos muslos que envidian las efigies
Y rompen los harapos de humanas vestiduras
Para surgir desnudos y perfectos como la melodía
Que los vientos ponen en las florestas para que todo
Asombro bañe la hermosura de un Dios que esperará
La hora de bendecir el suelo que nos toma y tomará
Nuestros deseos todos para quemarlos en la hoguera
Del amor deseado y devolverlos a la tierra fértil
A la que pertenecemos los mortales y dioses
Que embellecen las horas de los días terrestres.
No hay templos para ti, oh Bruno, ni poemas que no se rompan
Por que eres mas bello que el verbo convertido en palabra.
Porque tú justificas todo el dolor del mundo.
Tu belleza es el premio y la eternidad del oro.
El dolor dice pasa pero el goce quiere contemplar tus fulgores.
La eternidad efímera del búcaro que no puede morir
Y vuelve eternamente como los dioses de la tierra que son
El salmo de la tierra misma y tu su encarnación oh Bruno Santos.
( A mi amigo Víctor Sánchez Hernández)
El origen eternamente metamorfoseado vuelbe de la mano del mito de Eros y el Eterno Retorno del deseo. Oscar Portela
BELLEZA PLENA
POEMA DE OSCAR PORTELA
DEDICADO A MARCO DA SILVA
Intocada y bárbara belleza. Luz de luna
Sacrifícial y sangre en los colmillos
Del hombre que aún es leopardo. Y el
Poeta un venado que pasta torpemente cuando
Ya la posesión es sangre y la carne gramilla
Entre los dientes marfilinios del dios del sacrificio.
Pues sacrificio es Eros. Y un no domesticado dios
De belleza inaudita que ignora los sonidos de
La lira toma de este rapsoda la luz primera
0 el alba que a si misma se nace – y lo devora todo
Como el jaguar devora al cervatillo. Y no hay dolor
En este sacrificio tan hondo como la muerte
Que completa la vida : el rapsoda ya es el :
Trasmutado que fue de los cantos al sinuoso
Mundo que subyace en la pulsión de vida
Que es sangre y carne y hostia de la tierra.
¿Pues de de donde escapaste Marco da Silva
Hombre y jaguar – dios del ras de la tierra tan bello
Como las alboradas que pare en sol cuando escondido
Esperas a tu madre la luna ? Ninguna belleza
Tan áspera y tan brutal, tan indomesticada como
La tuya Marco ? Tu boca cual pila bautismal salva
Al poeta de la mera grafía y lo trasporta al grito
Del primer nacimiento. Mientras devoras
Lo que soy renazco y soy el poeta que ruge
En la indómita alba tan lustral como el tiempo
Que se espacia y soy cuerpo y laberinto y senda
Tu intocada belleza brutal como las auras esta aquí
Para decirme que el origen repite la semilla
Y que el alba es la primera alba. Pues todo se refunda
Eternamente en el Eros que sangra entre tus dientes
Y renace en el primer poema que es este que escribo ahora
Como si fuera el último y primero.
Poema también dedicado a
mi amigo Benoit Pivert a Paris
LOS ADAMITAS
POEMA DE
OSCAR PORTELA
A Luisa Mercedes Levinson
María del Carmen Suárez
Y Leonor Calvera.
Adán Desnudo. Desnudo el Mar retrocedido
Ante tanta hermosura. Medida es la belleza
Mas tu hermosura es impiedad y es todo.
Los ojos del venado te contemplan
Azorados. Tan pura es la visión que el animal
Y el ave, las aguas y los vientos, el cielo
Donde reinas se demoran contigo.
Tan pura es la virginidad del cuerpo
Que rompes tu la aurora cuando aquella despierta.
Abre tus verdes ojos como algas y mueve
Tus ligeras pestañas arqueadas como plumas
Giradas hacia el cielo o entórnalas si quieres.
Donde tu frente es amplia como verde pradera.
Luce la otra estrella.
Tiemblan las fosas de tu nariz de ave levemente
Aquilina. Y la declinación
De pómulos hacia entreabiertos labios
Donde el mundo y su gloria deponen su osadía.
La tarde avanza lenta hacia extrema barbilla.
Y en la punta del iceberg encuentra un solo
Artista la perfección eterna. La visión
Enloquece. Cuello de aéreo cisne
Que baja hasta los hombros
Como los férreos arcos que sostienen la tierra.
La áurea espalda baja hasta cintura- junco
Donde concentra el todo su alimento terrestre.
Y el monte el monte el monte
De tus dos nalgas prietas como estremecimientos
De Islas del Egeo.
Muslos que los delfines y orfebres
Encontraran quiso emular el héroe.
Y tu tórax de acero que define
Tu vientre de caderas
Que juegan las fugas de un concierto.
¡Adán, Adán desnudo en un día primero!
Ninguna desnudes tan desnuda como ésta.
Tu sexo de paloma erguido entre las piernas.
Y tú reinado aquí en éste mundo nuestro.
Este es el paraíso y ésta tu luz austera.
Oh palmera a la vera de una mar suntuosa.
Este es el paraíso. Y tu mano contiene los frutos
Que aquel día tú comiste sin vernos. Nosotros somos
Frutos. Tu sed y tu hambre todo.
Nosotros poseídos de tu rayo celeste.
Nosotros Adamitas siempre te fuimos fieles.
Estas tú, rey de un orden de amores. Y nosotros tus siervos.
Solo tú desnudes vela la gracia eterna.
Danos tu cuerpo entonces. Poséenos postreros
Que el grito de un amante
Es un hijo perfecto.
a Andrew Aponick
POEMA OLVIDADO PARA RICKY DEUS ORTÍZ POEMA DE OSCAR PORTELA
Cesad cigarras vuestros cantos. La constrictora boa
Del deseo yace en letargo.
Y sueña definitivamente.
El misterio del sueño palidece frente a la fría
Herida causada en el mortal
Por la envidia de un Dios.
Haz tú también silencio y calla.
Callar debe ser tu destino
En horizontes donde se eclipsa en habla.
Y todo se derrumba en noche oscura y caos
¡Más todavía cantas!
Callad cigarras. Respetad sus memorias.
No hay augurios de piel adolescente
Ni estrellas anunciadas. Cesad cigarras vuestros cantos.
Un melancólico crepúsculo declina ya
Mientras la boa duerme.
Y a lo lejos. Solo a los lejos se encienden las pupilas
De un llamado.
Un retorno a la inocencia del devenir y de la vida cósmica: los arcaísmos están insertos en la más ardua tarea de la tardo-modernidad.
Oscar Portela
Embriaguez del desierto
poema de Oscar Portela
Carne desocultada y amanecida siempre.
Carne refugio del áspid y la alucema.
Carne donde despierta el sol y se posan
Las sombras sobre el día anterior al día
En que el desierto vio por vez primera
Sin nostalgia ninguna rodar sobre el cilicio
La negra sombra del insecto primero.
Carne portadora de la carta robada.
Carne sin destinatario ni remitos del cielo.
Carne sin húmeros ni nombres.
Solo cilicio dorado sobre la ardida piel y
El escozor del sol, “la sed”, “la sed”, que se
Exalta en la primér pulsión que conduce
Hacia el dátil y el oasis tan solitario como
Esta carne sin nombre y sin origen, aún sin
Cuerpo y órganos donde posar mirada, buscar
Refugio, ser colonia portadora de territorios
Que pidan ser colonizados por los gérmenes
Portadores de vida - el rayo- los elementos todos
Que ahora vienen hacia el dominio de la nada
Y hacen aquí su labrantío.
¡Oh carne, tierra sin nombre, desierto sin posada!
Inocencia de lo que no tiene antes ni después
Y eternamente se repite en la palabra
Que tú pones en mí, siembras en mí, oh principio
Generador de vida, belleza y fuerza,
Sin otra esfera rotatoria que hacerme tuyo
Y como el sol antes del sol y hacernos mutuamente
Desde un principio sin principio
Destinados al goce y la locura,
Destrozándonos en la afirmación
De la eterna metamorfosis de lo mismo.
Mis cenizas serán el alimento de los cuerpos
Que nuevas carnes roten y vida y muerte
Serán las aleteias del instante perfecto
Sin nostalgias de purezas profanas.
Tu piel cubierta de cilicio y de oro, tu misma
Piel dorada es la del dios que muere y solo indica
El camino de la vuelta a la gracia de la inocencia
Del devenir que fluye como fluyo desde tus brazos
Hacia el cenit de destilada sangre.
Y olvidado de todo en la anamnesis
De saberme escandido hago de toda carne
Hoja donde grabar los éxtasis de un Eterno
Retorno pues que soy el trabajo de tus días
Nícholas Lemons alabanza de lo que no
Será perdido y dios humanizado por las gracias
Que presiden los ciclos y gestaciones todas
Del juego del azar que recomienza
Cuando tú me devuelves el Ápeirón que estalla
En el cincel de oro que buriló tu cuerpo
Para hacer de mi carne un Jardín de Delicias,
Y ver crecer un niño solar del torso en el cual
Duerme ciego al horror de todo
La inocencia del mundo que tú llevas contigo.
Oscar Portela
Corrientes- Argentina
La inocencia del devenir y la fidelidad al sentido de la tierra y de la carne. La auroral y sangral ausencia de pecado y culpa, la exaltación de un cuerpo sin órganos que como el desierto del mundo moderno, espera que Eros lo fecunde en la forma más primordial posible. Oscar Portela
"Y cuando nuestro tiempo advierta la conjunción entre sagrado y profano y la disyunción entre sexualidad y erotismo (este significa perpeción de un tiempo cósmico sagrado), entonces y solo entonces se comprenderán cabalmente mis poemas y ensayos Filosóficos, Políticos, y Literarios.
La inocencia del devenir y la fidelidad al sentido de la tierra y de la carne. La auroral y sangral ausencia de pecado y culpa, la exaltación de un cuerpo sin órganos que como el desierto del mundo moderno, espera que Eros lo fecunde en la forma más primordial posible.
Eros pues como el dios primordial redimiendo toda vida, asintiendo a la inocencia del devenir y remitiéndonos a la aurora primera antes de la aurora en un cuerpo sin órganos que debe ser colonizado.
Una escritura conceptualmente densa y a veces oscura y ritmos en donde la versificación se abre hacia el versículo el poema propone en un salto sin red la " khere" sin retorno no a la pureza sino a la inocencia de un cuerpo sin órganos - desierto primordial - que debe ser recolonizado por el verbo poético, en tiempos de errancia, de vértigo y derivas metafísicas y de errancias sin "mundo" en tiempos de penuria".
Oscar Portela
CANTO DE DIONISOS
poema de Oscar Portela
A Issa.M. Martínez Llongueras
Y Jaime Serey
No habrá quejido en mí, ni nostalgiosos ayees
Resabios de pesares y “doloras”,
Ni exhalarán mis labios melancólicas notas
De pesares, caídas, vejaciones y llantos.
(¡El sol, El Sol, El sol y el Mar, son mi elemento!)
Allí gestó la Moira el laberinto y la luz
Cobró forma en la mirada que gira sobre sí
Sin transferir mis cantos a Hespérides ni Patmos
Para las que no quiere mi corazón camino alguno.
Aceptaré los dones que las Gracias
Pusieron en mis manos sin pedirlos y
Y cavaré el sepulcro incandescente que contendrán
Mis versos extraídos de la celebración terrestre de la vida.
Oscar Portela
Corrientes Argentina
LOS OJOS QUE DESDE MI TE AMAN, POEMA DE OSCAR PORTELA
LOS OJOS
POEMA
DE OSCAR PORTELA
Me miras. Y desde ti me veo. Soy yo otra vez.
En el azul profundo de mar de tu mirada caben
Todos los cielos. Me miras. Estoy aquí. Soy un
Viento. Soy índigo. Solo para mi mismo esta fluyendo
Mi vida como un río mirado y visto.
Soy esta apuesta. Y te contemplo. ¿De lo contrario
Como me miraría yo en tus ojos?. ¡Helas!
No tienes tiempos. Y tiene el tiempo alas. El orden es.
Y responsable soy de ese llamado al que contesto
Sin misterio ninguno. Vuelvo a ser yo y espero.
Somos hijos de Adán. Somos su sombra y su retorno todo.
¿Que me lleva hacia ti sino el deseo? Sube desde tu boca
Astral un tiempo que se abre como dulce durazno
Y sangra mi alma en tu nostalgia pura
De otra patria lejana.
¿Que me dicen tus ojos,tu mirada? ¿De que secretos sellos
Demoníacos preservados por las semillas
De otras tierras me dictan éstos arrobos y estas danzas?
Tu frente el mar, el mar sobre esos ojos sin olas y sereno.
Y en cuadratura exacta la barbilla de lo que fuera fauno
Y es mortal ahora. Hijo de un ángel desamparado y triste.
Agrio sabor de un silbo vulnerado por la envidia de Apolo
Ya vencido por Marcias. Hay fuegos y lamentos en tus ojos.
El secreto sellado en una urna egea clama por ser colmado.
Y el eco de tu llamado vibra sobre tus puros pómulos.
Oratorio donde se deposita un beso.
Todo tu rostro es un llamado en sombras.
Y yo respondo con cánticos profanos. Solo tendrías que adelantar
La mano y el viento de ser en abundancia
Derramaría todo.
Me miras y devuelves a mí constantemente. A lo que fui
Y a lo que soy de nuevo.
Un mensajero solo. El servidor de un Dios ya desterrado
Que espera del mortal su guarida segura.
Su aposento y su cuna. El reposo final en ésta tierra.
AMOR Y MUERTE
poema de Oscar Portela
a Barry Carter
Ven a mí ahora, así se hará justicia.
Pues si antes de tiempo te nombré,
y respiré tu aire en la amapola y tus
muslos más blancos que el deseo ahora
solo en sueños tomas mi voz y hablas.
Dices, dictas los latidos del corazón
cansado, arrebujado en tu memoria.
Y me sostienes con tus suaves manos y
con el viento de los sonidos que penetran
Hasta el vientre del sexo. Junco
arremejido por la tempestad del tiempo.
Y yo entregado a ti y a las impunes
redomas del placer que así se pagan,
con soledad y llanto, con vacío
y triste orfandad de un alma que no
tiene otra morada que mirarte a los
ojos y saber que en esos calmos lagos
ya vacíos están todos mis muertos.
Las llagas que ningún Dios puso en mí
Sino el ansia de Icaro y ser más.
Aún más y contenerlo todo.
Sucedió en un instante. Los espejismos
bebidos lo confirman y penetran
en mí como cuchillas y el agua dulce
se torna amarga entre mis labios.
¡Ah poseído por el amor que mata!
Por la muerte que ama en mí
más que la nada pues es preferible
a no querer “querer la nada”,
la ciega muerte que ríe hoy
de aquellos cuerpos que entrelazados
formaban la eternidad de un tiempo
que se deslíe tempranamente ahora
pues ya no espero.
Pues ya no espero los milagros de la suerte
que son solo palmeras sin dátiles ni hojas
deste desierto ensombrecido
cuando aún mi sombra se proyecta en el otro
y busca amparo en unos dulces
labios que solo son prisiones, sombras
del pasajero de la nada, proyecciones
del pájaro de la ausencia que aún
canta en los sueños, que aún dice en
los sueños, amor que matas
culmínate en mis horas.
Haz de mí tu renuncia y renuncia a mí
como en la cruz tú renunciaste a ese Otro
que soy también en medio de tinieblas
ahora, mientras canta en el cielo el astro
que en la noche luce y santifica con ansiosas esperas
y entre dulces aromas el alma condenada.
Está es la hora: cumplamos el destino
Que la palabra anuncia.
EPIFANÍA DE EVAN WADLE
poema de Oscar Portela
Epifanía eres: aurea medida que el sol
dibuja sobre el poema a salvo
de lo inmundo: el oro vivo respira
por tus poros y la carne que vibra,
cuna de un ángel en la grácil cintura
que baja hasta tu vientre donde moran
daimones que abren tus prietas nalgas
arremejidas por las mareas del deseo
de la pasión y tiembla el músculo
que se hace rodocrozita entre las piernas
con que sostienes el templo de tu cuerpo
donde se hace luz el mundo y ríe
la eternidad entre las formas del dios
que enamorado del mortal se aviene
a estar junto a lo frágil sin destruir su aliento.
Así te haces mío y yo te pertenezco
en el orgasmo con que el amor perece
y vuelve la eternidad a esgrafiar el mundo
del nacimiento: epifanía eres de aquello
que puja en mí para tornar al círculo
y para dar forma a la entrega desposeído
de todo y consagrado a la alabanza
de tu sexo.
La violencia y la criminalidad nacen de la fragmentación social-, el creciente autismo con respecto a los propios deseos- y la fuga de esta realidad ominosa. Ningun horizonte trascendente para la vida salvo el retorno al cuerpo ,el amor a la tierra y la afirmación del cuerpo pueden salvarnos del eclipse. Oscar Portela
EPIFANÍA DE EVAN WADLE
poema de Oscar Portela
Epifanía eres Evan: aurea medida que el sol
dibuja sobre el poema a salvo
de lo inmundo: el oro vivo respira
por tus poros y la carne que vibra
cuna de un ángel en la grácil cintura
que baja hasta tu vientre donde moran
daimones que abren tus prietas nalgas
arremejidas por las mareas del deseo
de la pasión y tiembla el músculo
que se hace rodocrosita entre las piernas
con que sostienes el templo de tu cuerpo
donde se hace luz el mundo y ríe
la eternidad entre las formas del dios
que enamorado del mortal se aviene
a estar junto a lo frágil sin destruir su aliento.
Así te haces mío y yo te pertenezco
en el orgasmo con que el amor perece
y vuelve la eternidad a esgrafiar el mundo
del nacimiento: epifanía eres de aquello
que puja en mí para tornar al círculo
y para dar forma a la entrega desposeído
de todo y consagrado a la alabanza
de tu sexo.
Tu sexo de obsidiana que penetra
hasta la entraña misma del poema
que son el cuerpo del mortal y el Dios
como teodiceas del juego de un viaje,
interminable, eterno.
El mundo como cursor y juego de galaxias.
Miro tus piernas espejos de los soles.
Tu cintura precinto de galaxias y tu boca
fanal de mieles ásperas, divina criatura
donde la cósmica armonía cobra forma
y la pasión se torna fuente cantarina.
Día oscuro del cuerpo: mis labios sobre
el empeine de tus pies en el viaje
hacia el centro del cosmos que ilumina
tu cuerpo constelado por estrellas
y ya en el vado yo, tres veces inflamado me
bebo del genesis y me duermo en tu tórax
donde todo confluye y escalo hasta tus labios
donde me hundo y pierdo el habla, el cuerpo, todo,
para ser uno contigo, flama y no ser,
combustión de la vida: pues cenizas seremos
más tendremos sentido al retornar al juego
de la pasión sin término y destino.
Oscar Portela
Matt Aymar: más que el sueño.
poema de Oscar Portela
Por el hilo de luz que de la luna baja
Vienes al sueño Matt y denudas
Las pálidas redomas del placer
De la carne: tú eres la piel que prometió
El deseo y que todo lo quema:
Tú el alarido del gozo que penetra
Hasta el vientre del poema para que este
Cante la alabanza terrestre de tu boca
Y tus labios donde el sentido pierde su horizonte
Vague en la noche de la celebración de cuerpos
Entrelazados como serpientes que se curvan
Hasta que el tiempo cesa de existir y solo
El grito hiende la tierra aterrada de la belleza
Que de un hilo de luna baja hasta nuestros sueños.
Tú Max podrías destruir todo coloso pues tus eres
El coloso que surge no del mármol sino del barro aqueste,
Y que las manos como garras aran en el delirio
Del frenesí demente del deseo: miras y sacrificas
Lo que miras aunque dulce y mirifica sean los parpados
De tus pupilas vírgenes: tú reinas sobre todo.
Eres la primavera y el fauno de los mitos se malogra
Al sentir tu presencia: no eres bello. Eres la proporción
Que Mefistófeles promete a quien aspira al todo.
Eres más de lo posible. Eres la gloria de la carne
Florecida en deseo. Una burbuja huye de tus piernas.
Ay, mirarte y pedir a los ángeles ayuda: o ser sacrificado
Y que tus dientes de marfiles lucidos corten
La vida efímera de todo para llevarse entre su ingle
El verso con que el poeta canta tu osatura.
Ningún mortal podría concebirte y sin embargo
De la luna has venido para hacerte terreno en el dominio
Deste sueño aéreo.
Soy tuyo: lo ha ti pertenecido por nacerme y otra vez
Entre tus brazos dejo que el viento del destino me atraviese.
Matt Aymar: más que el sueño.
poema de Oscar Portela
Por el hilo de luz que de la luna baja
Vienes al sueño Matt y denudas
Las pálidas redomas del placer
De la carne: tú eres la piel que prometió
El deseo y que todo lo quema:
Tú el alarido del gozo que penetra
Hasta el vientre del poema para que este
Cante la alabanza terrestre de tu boca
Y tus labios donde el sentido pierde su horizonte
Vague en la noche de la celebración de cuerpos
Entrelazados como serpientes que se curvan
Hasta que el tiempo cesa de existir y solo
El grito hiende la tierra aterrada de la belleza
Que de un hilo de luna baja hasta nuestros sueños.
Tú Max podrías destruir todo coloso pues tus eres
El coloso que surge no del mármol sino del barro aqueste,
Y que las manos como garras aran en el delirio
Del frenesí demente del deseo: miras y sacrificas
Lo que miras aunque dulce y mirifica sean los parpados
De tus pupilas vírgenes: tú reinas sobre todo.
Eres la primavera y el fauno de los mitos se malogra
Al sentir tu presencia: no eres bello. Eres la proporción
Que Mefistófeles promete a quien aspira al todo.
Eres más de lo posible. Eres la gloria de la carne
Florecida en deseo. Una burbuja huye de tus piernas.
Ay, mirarte y pedir a los ángeles ayuda: o ser sacrificado
Y que tus dientes de marfiles lucidos corten
La vida efímera de todo para llevarse entre su ingle
El verso con que el poeta canta tu osatura.
Ningún mortal podría concebirte y sin embargo
De la luna has venido para hacerte terreno en el dominio
Deste sueño aéreo.
Soy tuyo: lo ha ti pertenecido por nacerme y otra vez
Entre tus brazos dejo que el viento del destino me atraviese.
TODD SANFIELD
poema de OSCAR PORTELA
Apoyado como un cuclillo entre tus piernas
Ramas de abeto apenas soy un silbo vulnerado
Roto ya para siempre el yo: solo tu Todd, ah
Salvaje y dulce como la miel que mata, tú, la
Osadía de ser esta escultura que alguna vez
Se llevarán los tiempos, que retroben hoy ante
Tus huesos, ante la magna obra y el hechizo
Emanado de tu cuerpo, ese sol en cuadrante
Que cae sobre mí y me quema, y me enceniza
El alma de pájaro que posa sus deseos de luz
Sobre tu tórax, Oh Todd, magnifico semental
Que te ofreces como guarida para el poeta
Que encuentra en ti, el rayo que ilumina y el
Amante que salva, con el agua lustral del liquido
Seminal que mana de tu sexo, libre, erecto,
Firme como la copa de ese pino que se eleva
Como una oración para que el pajarillo cante.
Y yo obedezco Todd y yo obedezco.
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